El amor no muere, solo cambia, se transforma.
Tu lo hiciste.
Amaste tanto que los transformaste en mi existencia.
Hoy inhalo aliento de vida gracias a ti.
Mis exhalaciones son tu tibies, calidez emanando de mi cuerpo como el atestiguó de tu ser en una especie de eco.
Yo, hoy que me faltas, me siento roto, huérfano, incapaz de ser para lo que fui creado.
Me angustia defraudarte, pero no se como reponerme a esto.
Lo habría soportado todo. Todo, y Dios sabe que no miento. Pero para esto, ni en plena marcha, lograre estar preparado algún día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario