A lo vanilla sky
No les ha pasado, alguna vez en
la vida, que todo parece extrañamente ir “bien”? Es esa rara sanción de que
aunque se tengan problemas, estos, nos parecen ciertamente irrelevantes y nos
permitimos ver al cielo, apreciar su magnífica magia, ver la gama de los, hasta
ese momento, inadvertidos colores.
Ciertamente a mí me ha pasado. Propiamente
ayer fue un día de esos. No pode evitar que llegara a mi mente esa escena de
aquel cielo tornasol que adornaba el paisaje de aquella calle en la que tom
cruise se levantaba luego de embeberse en la inmundicia, en la desgracias. Y no
es propiamente esa figura de derrota la que busco que resaltar, bueno, creo que
he dejado en claro que es otra mi intención, que estas palabras van dirigidas a
la belleza, a esa que nos acompaña en todo momento, y que de momentos, se nos dificulta
apreciar.
El, un hombre adinerado, por de
más bello, que parece tenerlo todo, mucho más de lo que a cualquiera de
nosotros pudiese faltarnos. Y es que la “perfección” parece siempre estar
asechada por el fracaso, la desgracia, caídas en picada desde lo más alto. Y
eso parece ser algo que ha olvidado el protagonista que, enajenado de su perfecta
realidad, se adentra en una tormentosa aventura amorosa, capaz de hacer sentir
identificado a cualquiera de los espectadores. Y es que cuantos de nosotros no
nos hemos visto empañado nuestro presente, pasado o futuro por una desventura
amorosa? Pareciera que es el desamor el mal común en todo aquel que férreamente
o no se dispone a alcázar el éxito. De buenas en el juego, de malas en el amor.
Ciertamente releo esto luego de
unos días, un escrito inconcluso, que ahora parece no tener mucho sentido en
ninguna de sus líneas. El cielo ahora es oscuro y me rehúso a creer que es esta
la realidad. Como saber cuándo debo despertar?, será que no me he percatado de
la pesadilla en la que ahora se ha convertido mi realidad? Por qué es mejor un
sueño placido de cielos despejados?
Ya es 31 de este mes, más de 30 días
de plazo para terminar este post, y ciertamente no puedo, ahora ha cambiado
completamente el panorama. Encuentro ahora valido cualquier sea el medio que empleemos
para huir de la que, aunque parezca bella, sea una horrenda realidad.
Ciertamente ya no distingo lo onírico
de lo real, me resulta ahora imposible saber si estoy durmiendo o despierto, me
es preciso aclarar que no sé qué es mejor, si soñar una vida o vivir un sueño.
Quien va a pedirme que
despierta?... con un bello susurro que rece “abre los ojos”
Ya me da tanto ocho como ochenta.
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