Escribirte una carta nunca fue un
opción (las razones están de sobra, pero igual, te las puedo enumerar) no soy
bueno redactando, no se expresar bien mis ideas, no estoy muy en onda con eso
de hacer este tipo de cosas, y creo que las que más me frena, que me ha
acompañado desde siempre, No tengo buena letra.
Muchas negaciones, No?? No hago,
no sé, no puedo, muchos obstáculos, tonterías que s inventa nuestra mente para
fregar consigo misma, con nosotros. Es que es lo no normal, cuando le damos pie
a pensar, a que se dé cuenta de que esta sola con sus ideas, que de momento nos
presta para obligarnos a pensar. Hacernos creer que algo bueno o malo está
pasando. Y que es necesario pensar un
poco más en esto, con el único fin de acompañarse un poco mas de nosotros, de
nuestro cuerpo. Que irónico, sin ella
esta vacio; ¡qué paradoja!
Todo este preámbulo, toda estas
palabras que sin intención o interés del lector pueden parecer vagas. Palabras
que no vienen de mí, que viene de mi mente, que desde hace un tiempo, largo
tiempo, ya no está más sola con sus ideas. Que desde hace un tiempo no logra
prestarme más sus ideas, pues otras ya le hacen compañía. Pensamiento que ahora
ocupan, sino toda mi atención, si la mayor parte de ella. Ideas ajenas, pero grandiosas
ideas, que lograron hacer lo que nunca creyó capaz, robar su atención, generar
admiración.
Fue como perder su propia
conciencia para adoptar una distinta, la de alguien más. No mejor, ni peor,
solo diferente, diferente y bella. Si, esa es la razón. Que aunque pueda parecer fea, mera locura,
fue esa la esencia de la razón, belleza.
Ideas ajenas que llegaron a
acompañar sin ser invitadas, pero que lograron ocupar el mejor de los lugares,
que ella, su razón, encontró para darles. Ahí junto a ella, muy cerca a ella,
casi una sola. Y digo casi, porque la idea siempre se conserva intacta, pero mi
conciencia no. Ella quiso hacerla suya, hacerse suya, hacerse una, y en algún
momento asi lo sintió, pensó realmente que era así.
Ahora en un arranque de cordura
se da cuenta de que eso no es lo que tiene, que no fue eso lo que tuvo, y que no
sabe si tendrá.
Es por eso, que en un arranque de
valentía decide tomar mi cuerpo y escribir estas palabras exactas, precisas, y
si, también bellas. Queriendo parecerse a ti, buscando generar en ti esa
admiración y emoción que un día sintió por esa idea. Queriendo que la hagas tuya, hacerte suyo,
hacerse uno, y por que no, nuestros.
Yo ahora soy solo un chico en sus
20 años, pensado en no equivocarse, sin darse cuenta de si lo está o no
haciendo. Un chico que vaga en los días, y nada más que una idea de belleza,
asombro, emoción. No sé si llamarla como muchas, o decirte como una. Ya no sé
si eres como te veo, muchas cosas, o solo una, como te pienso. Ahora, solo sé
que son, eres, muchos, uno, el motivo, las razón, mi valentía. Porque soy yo, mente y cuerpo,
vagando en palabras, razones, peros y excusas, afrontándolos y superándolos,
buscando verme valiente, bello y fuerte, como la idea que un día simplemente
llego a mí.
Mayo 2014
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